No sé si sea mi inconsciente el que te quiere encontrar o esa parte de mi mente que te inventa en donde realmente no estás.
Sentí esa mirada; casual, fugaz, sin significado alguno, pero detrás de ella estabas tú.
El desconocido rostro estaba cubierto por la mitad. Por un breve instante, te sentí, sentí adentro de mi pecho que algo se detuvo, se agitó mi respiración y contuve el suspiro, lo mismo que duró este espejismo.
Y ahora lo único que me queda es la certeza que volver a verte detendría mi mundo completamente.
-Karla Urdaibay
Comments