Y pasarán los años, nos volveremos a encontrar sin coincidir. Nos veremos mutuamente y estoy segura que por nuestra mente correrá la pregunta “¿qué hubiera pasado si lo hubiéramos intentado?”.
Sólo sonreiremos y nos saludaremos, tratando de que la cercana despedida no nos sepa a otro adiós.
Mientras tanto, por un instante, recordaremos cómo todo lo vivido ya se fue pero sigue estando, en nosotros, en nuestras almas.
-Karla Urdaibay
Comentarios