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El corazón tiene orgasmos.

Foto del escritor: Karla UrdaibayKarla Urdaibay

Actualizado: 31 oct 2023

Estoy en un momento de mi vida en donde el aprender a profundizar en mí me ha permitido experimentar más mi vulnerabilidad y unificarla a todos mis sentidos; y podría decir que se logra una experiencia muy similar a un orgasmo pero más extenso y por consiguiente se disfruta más.

Es un momento que a pesar de durar tan poco, lo sientes eterno.


Una de las contadas veces que he experimentado esto, fue cuando integré en mi presente lo que más me encanta y disfruto, lo que me trae aquí, cuando lo tengo, lo hago, lo pruebo o lo siento.


Fue pintando; no había nada más, sólo yo, un par de pinceles, pinturas, la imagen a medias que estoy plasmando, una taza de cafe y lo que no puede faltar mientras pinto, la que me acompaña en todo momento, la música.


Todo sucedió en un instante, cuando silencié mis pensamientos, antes de empezar a pintar, puse mi lista en aleatorio y empezó a sonar en mis audífonos "Beyond Beliefs de Ben Böhmer", el simple no tan simple intro me hizo darle un sorbo a mi café causando cierto efecto que me hizo cerrar los ojos por un momento mientras bebía y sentía la canción.


Continué escuchándola y comencé a sentir cómo mi corazón se aceleraba, no era un latido cotidiano, este definitivamente era especial, ese latido que cuando lo sientes hace que algo mágico recorra todo tu cuerpo, que cuando llega esa sensación a tu garganta se sincroniza con tus ojos y sientes como se comienzan a cristalizar.

Los abrí y vi que tenía enfrente de mi TODO, todo aquello que me conecta a mí, pero por dentro, eso que te hace disfrutar de lo tangible. Y por consiguiente hay una reacción interna-externa que es el goce que se siente al hacerte consciente de lo que está ahí junto o enfrente de ti.


Lo llamo así, que el corazón puede experimentar esa sensación que recorre todo tu ser, esa electricidad instantánea que te desconecta de lo de afuera, vacía tu mente, te genera satisfacción y plenitud.


Algo así como un orgasmo.


P.D: mientras escribía esto, repetí esa canción una y otra vez y volví a disfrutar de esto.



-Karla Urdaibay


 
 
 

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